Lo que me gusta la ciudad de Buenos Aires; la recorrería entera con vos, y esa belleza que te acompaña, aventurera e infantil, por las cornisas del barrio. Sin predecir finales mi icónico ojo fotográfico y la impronta mirada del instinto, del paseo, de una nueva visión llega hasta mi; me insita a salir, a descubrirme esplendido... Lindas las gotas y la indiscreción de las palomas, lindo elegir la imagen para no hablar en palabras, los mimos con misterio y la luna que nos resguarda desnudos en el sucio baile.