lunes, 23 de agosto de 2010

de coimas y gualichos


Palo santo y canela, y cuantos gualichos puedan hacerse en la misma noche.
Siempre, las coimas mundanas, te saturan con tanta intolerancia y ahí es cuando buscas colocarte con una buena nota; como para que la huelan, mega presencial, a kilómetros de distancia.
Te quema la cara, el sudor es excesivo. Ponerte a pensar en esta larga caída libre cambia varios panoramas situacionales.
Si esa primera fila de nubes fuera tan arrebatantemente fría como las otras, mi pudor lo hubiera preferido dejar en el espacio.
Esto se puso candente de verdad, y con facilidad tomó cierta velocidad. Con lo fugaces que son los sueños, intimo horas como si me fuera indispensable recordar cada pedacito de lujo.
Lo sé, me esperan huracanes, un par de tifones y tiempos de sudestada, todo junto al tocar el primer horizonte. Igual, es bueno estar llegando a la tierra y no saber donde uno va a parar. De eso se trata, libertad. De cambiar mi forma de pensar cuantas veces quiera, y hacer lo que quiera mientras voy cayendo indefectiblemente en esto de enamorarse.

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