jueves, 30 de septiembre de 2010

trocando buses


Olores, la importancia del olfato en una oración repetida.
Un par de veces, sin querer, huelo mi aliento; creo que por desagradable que se siente el echo de que se esnifen el perfume imitación a mi lado, como si fuera yo el culpable de tanta repulsión, a veces la casualidad no abre el paso.
El mundo, la ciencia, y vos. Simplezas tan vertiginosas me conmueven, como rutas que anduviste o que anduvimos, y saber de tu carácter hace que este bondi no se me pase. Se suelen escabullir, no abrir la puerta, o tardar. Y por moustrosos y torpes que parezcan, éste, no se me pasa.
Bardié el “cel” por una canción frutal, trozos de conversación y mas apatía. Estoy tan vinculado como enculado y me pregunto por la desventaja de que me enganches siempre luchando con un cigarrillo.
Comienza a sonar Chichi Peralta, estratégicamente cedo el asiento y me acomodo cerca del motor, viajar en el fondo con vos me es increíble y siento que ya me podría bajar, aunque esta puerta tendría que abrirse donde pueda leer tu mirada.

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